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Sitio web busca alojamiento, espacioso, con buenos accesos y a buen precio

El alojamiento es una de las partes más importantes de un proyecto web. Descubre los factores para su elección y qué tipos de alojamientos existen.

Valenttin

 

De entre todas las etapas de creación de un sitio web, la elección de su alojamiento es tan importante como todas las demás. Este artículo pretende explicar los tipos de alojamientos más habituales, destacando ventajas e inconvenientes, y recopilar los factores que deberían tenerse en cuenta para realizar una buena elección.

Factores a tener en cuenta

Un tipo de alojamiento no es por sí mismo ni mejor ni peor que otro, lo que lo hace idóneo es que cubra un conjunto de necesidades definidas por el sitio web que debe alojar, por las características de la empresa propietaria, de sus servicios, de sus clientes o usuarios, etc. Estas necesidades se pueden agrupar en un conjunto de factores que debemos valorar antes de elegir un alojamiento y que están muy interrelacionados:

Factores de servicio

Un sitio web, o cualquier servicio que necesite estar alojado en internet, se define según los objetivos que deba cumplir. Se tiene en cuenta el número de usuarios que deba atender (de media, en picos de carga máxima, etc.), una localización que favorezca a sus usuarios, la calidad del servicio y disponibilidad mínima que deba ofrecer, las necesidades de almacenamiento de información, la velocidad de respuesta, el tráfico de información mensual generado, etc. Todos estos factores van a condicionar a los otros conjuntos de factores: los tecnológicos y económicos.

Factores tecnológicos

Hacen referencia a aspectos como la tecnología web a utilizar, incluyendo:

  • Software: el propio sistema operativo del ordenador servidor web, los lenguajes y tecnologías web de desarrollo y bases de datos.
  • Hardware: capacidad de procesamiento necesaria, necesidades de memoria RAM, capacidad de almacenamiento en disco, disponibilidad y escalabilidad.
  • Comunicaciones: velocidad de respuesta, tráfico generado, necesidades de correo electrónico, SMS o mensajería instantánea, y conectividad con otros sistemas y servicios.
  • Seguridad: copias de seguridad, redundancia, cifrado de la información, comunicaciones seguras y autenticación de usuarios.

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Factores económicos

Se suele buscar un coste económico mínimo que garantice los factores tecnológicos y de servicio que se estén barajando. El coste mínimo se centraría en alojamientos web gratuitos que no estarían recomendados más que para algún uso de carácter personal, nunca para una empresa. A partir de ahí se puede ir avanzando con alojamientos a precios muy asequibles para requerimientos mínimos y que son muy válidos para muchas empresas. El coste máximo depende del servicio que se desee prestar. Como curiosidad, decir que en el año 2009 se publicó que el coste de alojamiento web de Facebook era de unos $20 millones anuales.

A lo largo de la explicación de los diferentes tipos de alojamientos indicaré algunos costes y en qué situaciones se justifica su pago.

 

Tipos de alojamientos

Tipos de alojamientos

A continuación se presentan los diferentes tipos de alojamientos más comunes, aportando las condiciones en las que son idóneos, indicando ventajas e inconvenientes y apuntando alguna idea sobre sus costes. Para que sea más fácil entender sus características, voy a hacer un símil con los alojamientos de viviendas que todos conocemos, y así hacer menos arduos los detalles técnicos.

Alojamiento compartido

Es el alojamiento más sencillo y económico. Se llama así porque un mismo ordenador es compartido por un montón de sitios web. Los costes asociados a ese ordenador pueden ser compartidos por todos los sitios web que aloja, de ahí su reducido coste. El uso es similar a tener un piso en el que se alojan muchas personas. Repartir el alquiler hace que vivir en él sea barato, pero la convivencia puede ser difícil cuando los mismos recursos del piso quieren ser usados por varias personas a la vez.

  • Está aconsejado para sitios web que no necesitan grandes recursos, es decir, no van a tener muchas visitas simultáneas, no requieren mucho espacio de almacenamiento de información y no necesitan transmitir grandes cantidades de información.
  • Tiene como principal ventaja que es económico.
  • Como principal desventaja está el hecho de ser compartido. Si otros sitios web ‘vecinos’ utilizan mucha capacidad de procesamiento (uso de CPU) o trabajan intensamente con el disco duro o transmiten mucha información (consumen mucho ancho de banda) nuestro sitio web va a ver reducidas sus prestaciones, e incluso sufrir cortes en el servicio.
  • La dirección de internet (dirección IP) suele ser compartida por todos los sitios web alojados en el mismo servidor. Si alguno de los sitios web alojados hace un uso inadecuado (intencionadamente o debido a un ciberataque) su dirección IP puede ser añadida a una lista negra, y esto afectará a todos los sitios web que comparten la misma dirección IP.
  • Si para el servicio que se desea prestar no es admisible ofrecer malos tiempos de respuesta o incluso que falle puntualmente el servidor se debería contratar otro tipo de alojamiento.
  • No es recomendable si el sitio web va a tener picos de visitas que deban ser absorbidos con soltura. Por ejemplo, un sitio web en el que se puedan hacer reservas para eventos en fechas concretas con inicio y fin de plazos. Lo normal es que el sitio web no reciba casi visitas pero que en el inicio de plazos de reserva, especialmente para servicios con gran demanda, tenga muchos usuarios simultáneos de forma puntual que deberían recibir un servicio ágil.

Los precios varían en función del proveedor y los recursos que se contraten, pero puede contratarse un alojamiento compartido a partir de 5 € al mes, para un sitio web con necesidades reducidas, siendo un precio medio el que va entre 10 y 15 € al mes.

Servidor VPS

Las siglas provienen del inglés (Virtual Private Server) y significan ‘Servidor Privado Virtual’. Es decir, no es un servidor privado que sólo pueda usar nuestro sitio web, sino que un mismo servidor se divide en partes y a cada una de ellas se le llama servidor privado virtual. Cada uno de estos servidores virtuales tiene garantizados unos recursos mínimos contratados que no se comparten con el resto de servidores virtuales. Si el símil en el alojamiento compartido era un piso donde se alojaban muchas personas, en este caso un servidor VPS es como disponer de un edificio (el servidor) y dividirlo en apartamentos (servidores virtuales). Los recursos de cada apartamento sólo los usa su inquilino. Es, por tanto, mucho mejor que compartir un piso, pero todavía se comparte el edificio, donde existen recursos comunes (como el ascensor o entrada/salida al garaje) que si se colapsan pueden afectar a todos los inquilinos del edificio. De forma similar, los servidores virtuales comparten un sistema operativo, discos duros, etc. y pueden verse afectados por lo que suceda en otros servidores virtuales alojados en el mismo servidor.

  • Están indicados para cuando se necesite un mayor aislamiento y garantías de recursos mínimos y servicio que en un alojamiento compartido.
  • Su coste es algo superior al alojamiento compartido pero menor que tener un servidor dedicado únicamente a nuestro sitio web.
  • El rendimiento varía según los recursos contratados.

Los servidores VPS pueden ser administrados o no. En los VPS no administrados nosotros somos los responsables de la administración, es decir, de realizar instalaciones, actualizaciones, configuraciones de servicios y encargarnos de la seguridad, etc. Por una parte nos ofrece más control sobre el servidor virtual pero debemos asumir una responsabilidad y dedicación al servidor. En los VPS administrados es el proveedor de alojamiento quien se hace responsable de administrar el servidor virtual. Ofrecen menos posibilidades de control sobre el servidor pero a cambio nos libera de tareas de administración. Los VPS administrados son un poco más caros que los no administrados.

Los precios varían mucho dependiendo del proveedor, recursos y servicios mínimos garantizados contratados, pero los precios pueden empezar a partir de unos 35 € al mes.

Servidor dedicado

En este tipo de alojamiento disponemos de un servidor físico completamente a nuestra disposición. Ofrece una independencia absoluta y suele ser, según características, más caro que los tipos de alojamientos indicados anteriormente. Siguiendo con el símil, en este caso todo el edificio es nuestro y vamos utilizando los apartamentos y recursos del edificio como mejor nos convenga.

Lo habitual es que el servidor dedicado sea propiedad del proveedor del servicio de alojamiento. También existe la posibilidad, menos habitual, de que el servidor dedicado sea de nuestra propiedad pero que físicamente se encuentre en las instalaciones del proveedor del servicio de alojamiento (en este caso se denomina en ‘colocación’ o ‘housing’).

  • Está indicado cuando se necesita un servidor dedicado exclusivamente a los servicios que nosotros deseamos alojar. Las razones pueden ser diversas. Quizás necesitemos garantizar un servicio que no se vea afectado por otros usos del servidor ajenos a los nuestros, tal vez con picos altos de sobrecarga, o quizás el servidor almacene información privada muy sensible y deseamos garantizar que nadie más que nosotros puede utilizar el servidor.
  • El coste es superior que para el caso de un servidor privado estrategia virtual (VPS).
  • Si el servidor dedicado es propiedad del proveedor de alojamiento los costes de reparación o sustitución corren por su cuenta. Si el servidor es nuestro y está en ‘colocación’ (o ‘housing’) las reparaciones y sustituciones las pagamos nosotros.

Los precios varían en función de las características del servidor y servicios contratados, y suelen empezar a partir de los 80 € al mes.

Servidor Cloud

Este tipo de alojamiento es más reciente que los explicados hasta ahora. Se basa en ofrecer los recursos que se necesitan a través de un conjunto (una nube) de servidores. Nuestro sitio web no está asociado a un servidor concreto sino que se van utilizando los recursos que sean necesarios de ese conjunto de servidores para garantizar que obtengamos lo que hemos contratado. Siguiendo con el símil de los alojamientos de viviendas, un servidor cloud sería como un edificio enorme que nos permitiera disponer en todo momento de aquellos recursos que quisiéramos, por ejemplo, si hoy necesitamos una casa de dos habitaciones la obtenemos, si mañana vienen familiares y necesitamos tres habitaciones más, una cocina más y un baño más las contratamos y ya tenemos un alojamiento así, y pasados unos días, podemos volver a un alojamiento de una sola habitación.

  • Es un alojamiento que se caracteriza por su elasticidad y escalabilidad, debido a que podemos ampliar o reducir los recursos contratados con la misma rapidez con la que cambien nuestras necesidades.
  • Otra característica importante es la fiabilidad y tolerancia a fallos. Si un servidor o recurso utilizado por nuestro sitio web falla se le asigna otro disponible para que no se produzca una interrupción o merma en el servicio.
  • Están indicados para sitios web con un alto número de visitas y/o que necesiten adaptarse rápidamente a las demandas de servicio que surjan.
  • La flexibilidad y adaptación es tan grande que la tarificación se suele hacer por horas. Imaginemos un sitio web con muchísima carga de usuarios de 08:00 a 19:00 y el resto de horas casi sin utilizar. Podríamos contratar más recursos en el periodo horario de más carga y menos por la noche. Incluso se pueden establecer reglas para contratar más recursos si para los ya contratados se alcanza un porcentaje determinado de carga (por ejemplo 85%) y reducir los recursos contratados si el porcentaje de uso se reduce. Es decir, sólo pagamos lo que necesitamos.
  • Al igual que en el caso de servidores dedicados, existe la posibilidad de contratar un servidor cloud administrado o no.

Los precios son muy variables, porque dependen del proveedor y de unos rango de recursos amplísimos. Los proveedores de alojamiento suelen disponer de simuladores que calculan los costes dependiendo de bastantes parámetros.

Tipos de alojamientos web

Otras consideraciones

Existen algunas otras consideraciones a tener en cuenta a la hora de seleccionar un alojamiento web.

Certificado digital de servidor

En muchos casos es aconsejable que el acceso a un sitio web se realice a través de un servidor seguro (navegación por HTTPS) y para ello hay que contratar un certificado digital de servidor. Su coste ha bajado en los últimos años y ronda entre los 50 y 90 euros al año. Su uso está recomendado:

  • Cuando el sitio web requiera la utilización de usuarios y contraseñas. Debe tenerse en cuenta que en caso contrario el tráfico circula sin cifrar y si se usan redes Wi-Fi abiertas alguien puede capturar la información.
  • Cuando se deba garantizar la privacidad de la información que maneja el sitio web.
  • Cuando además se deba dar una imagen de profesionalidad y de preocupación por la seguridad y privacidad de los usuarios del sitio web.
  • En toda intranet, extranet o sitio web de administración.

Discos SSD

La inmensa mayoría de alojamientos web almacenan la información en discos duros, los cuales tienen unos discos magnéticos que giran a gran velocidad y unas cabezas que sobrevuelan cerca de su superficie se encargan de leer y escribir información. Actualmente ya se están ofreciendo alojamientos con discos duros de estado sólido (SSD) que no tiene partes móviles y operan a una velocidad mucho mayor. Suelen ser alojamientos algo más caros, pero en ciertos casos pueden ser una opción a valorar.

Conclusiones

Existe una variedad muy grande de alojamientos web y debe elegirse aquel que cubra las necesidades del sitio web que debe alojar, que vienen definidas por factores de servicio, tecnológicos y económicos.

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