Cómo impulsar las ventas con una buena estrategia de email marketing

Una buena estrategia de email marketing puede impulsar las ventas de tu negocio de forma exponencial. Ahora bien, no se trata de realizar un envío masivo de correos para ver si hay suerte sino de planificar las acciones y personalizar los envíos de acuerdo  al perfil de cada cliente y de su situación en el funnel de ventas.

Además de una buena planificación, una estrategia de email marketing debe tener unos objetivos claros, realistas y medibles. Tras la campaña siempre se deben analizar los resultados obtenidos para saber si han sido positivos o negativos.

A continuación, explicamos cómo se pueden impulsar las ventas con el email marketing.

Definir un objetivo

El primer paso de una estrategia de email marketing es definir los objetivos que se persiguen. Solo teniendo claro el objetivo es posible optimizar tu estrategia para obtener buenos resultados.

Cuando hablamos de objetivos, se tiende pensar únicamente en ventas. Sin embargo, los objetivos de una estrategia de email marketing pueden ser muy variados. Todo depende del tipo de negocio y del perfil de los usuarios con los que vamos a contactar. No debes actuar igual con un suscriptor primerizo que con un cliente habitual.

Algunos propósitos habituales de una estrategia de email marketing pueden ser:

• Aumentar el tráfico de visitas a la página web o blog
• Impulsar las ventas de un servicio o producto
• Obtener información relevante de nuestro buyer persona mediante una encuesta
• Lograr interacciones mediante un concurso
• Ofrecer una muestra de tu producto o servicio
• Fidelizar o premiar a los mejores clientes

Una vez que has definido el propósito para tu estrategia de email marketing, debes establecer unos objetivos cuantificables que servirán para medir el nivel de éxito de tu campaña. Este objetivo cuantificable debe ser realista y cumplir con modelo SMART (específico, medible, alcanzable, relevante y con un plazo de tiempo concreto).

Algunos objetivos SMART pueden ser aumentar el tráfico web en un 25%, aumentar las ventas de un producto o servicio en un 15% o conseguir que el 20% de los clientes actuales repitan compra.

Segmentar la base de datos

El siguiente paso en tu estrategia de email marketing es segmentar la base de datos en función del propósito de tu campaña. Debes definir quiénes son los suscriptores relevantes, es decir, aquellos a los que puede interesar abrir tu correo.

El envío de correos masivos no solo no garantiza el éxito sino que puede perjudicar tu imagen de marca. Imagina que ya eres cliente de una empresa y te envían una promoción para nuevos clientes. ¿Cómo te quedas? Lo primero que piensas es que esa empresa ni siquiera se molesta en conocer a sus clientes.

La segmentación básica será entre clientes actuales y clientes potenciales. Según el sector de tu empresa y su nivel de madurez, puede que tengas que segmentar entre suscriptores de tu blog, clientes potenciales que pidieron una muestra o se registraron para obtener un servicio freemium, etc.

Comprar bases de datos no es una buena elección. Invertirás dinero en contactar con personas que probablemente no conocen tu marca o que no tienen la más mínima idea de por qué reciben tus correos. El resultado: te marcarán como spam.

Una buena base de datos para impulsar las ventas con el email marketing se consigue con tiempo y esfuerzo.

Preparar tu estrategia de email marketing

Ahora que ya tienes los objetivos y la base de datos segmentada, es clave diseñar una estrategia de email marketing que te ayude a lograr tus metas. Es un paso de vital importancia que hay que elaborar con esmero.

Si tu objetivo es dar a conocer un producto o servicio nuevo, tendrás que diseñar varias acciones combinadas. Por ejemplo, puedes ofrecer muestras gratuitas de producto, ofrecer un registro para una versión libre, publicar contenidos relacionados en tu blog y difundirlos en tus newsletters, crear videotutoriales para mostrar el potencial del producto o crear una promoción con descuentos.

En este punto conviene recordar que el asunto de tu correo debe ser lo suficientemente interesante como para despertar la curiosidad en el receptor. Además, el diseño de la plantilla de tu correo debe ser atractiva y contener una llamada a la acción que lleve a la landing page.

No hace falta decir que el diseño de las campañas debe estar adaptado a todos los dispositivos. Hoy día todas las herramientas disponen de plantillas responsive para ayudarte con esta tarea.

Cuando elijas una plantilla no olvides personalizarla con tu logo, tus colores corporativos y tu tipografía. Además, debes incluir los siguientes elementos clave:

• Remitente con el nombre de la persona responsable más el de la empresa
• Texto descriptivo de la campaña
• Botón con llamada a la acción (CTA) enlazado con la página de destino
• Imagen sugerente relacionada con el contenido
• Enlace para darse de baja de la suscripción
• Datos de contacto de tu empresa

Finalmente, debes establecer una frecuencia de envío adecuada para no saturar a los destinatarios. La frecuencia ideal depende de cada caso pero lo ideal es que el 80% de tus envíos sean de contenido informativo y el 20% restante, de contenido comercial.

Medir los resultados

Aunque es la parte más tediosa de una estrategia de email marketing, es imprescindible medir y analizar los resultados obtenidos para conocer si ha tenido éxito o no. De esta forma podrás optimizar tu próxima campaña para mejorar.

Para disponer de herramientas de análisis debes contratar una buena herramienta de email marketing que proporcione la mayor información posible sobre tu campaña. Existen muchas herramientas de email marketing en el mercado, por lo que debes elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.

Algunas métricas esenciales que debes analizar en tus campañas de email marketing son las siguientes:

• Tasa de apertura
• Tasa de clics
• Aperturas únicas y totales
• Horario de apertura
• Tasa de rebote
• Suscripciones canceladas
• Ubicación y dispositivo

Como ves, crear una buena estrategia de email marketing no es difícil si tienes en cuenta los aspectos clave que hemos comentado: objetivos, relevancia, diseño, mensaje, segmentación, frecuencia y medición.