La importancia de adaptar tus textos a tu audiencia

Adecuar tu mensaje a tu público resulta siempre esencial, también en Internet. Por ello te mostramos pautas para lograr comunicarte con eficacia y adaptar tu lenguaje y modo de expresarte en tus textos online.

Cristina Ochoa Terés

Imagina la escena: una niña de cinco años se encuentra en el dentista, semi tumbada en el clásico sillón que toda clínica dental posee, rodeada de instrumental variado. El dentista, muy serio, le dice: «Hemos detectado la presencia de una lesión cariosa en uno de sus dientes y se recomienda realizar una restauración dental mediante la colocación de un material de obturación para evitar la progresión de la caries y conservar la función y estética dental».

Qué, ¿cómo te quedas? Patidifuso/a, ¿verdad? Lo peor de todo es que esta escena, que puede resultar incluso cómica, se da millones de veces en la vida cotidiana, con ciertas variaciones. ¿O no te ha pasado a ti que alguien te ha intentado explicar algo y no has entendido absolutamente NADA? Pero nada de nada. Y se te queda cara de bobo o boba y te enfrentas a dos posibilidades: o dices «ajá», como si todo lo hubieras comprendido y te quedas igual que antes (o sea, ignorante total) o directamente le dices que no te has coscado de nada y le pides que te lo explique otra vez, pero esta vez, s’il vous plait, de forma que lo puedas comprender.

Pero, ¿qué es lo que hay en el fondo de estas situaciones?

Y la culpa es de…

¿Quién tiene la «culpa» de que el mensaje no se entienda? ¿Quién lo emite o quien lo recibe? Con toda rotundidad, quien lo emite.

Y lo cierto es que esto que pasa constantemente en la comunicación verbal, también ocurre en Internet. En multitud de ocasiones, nos dirigimos a nuestra audiencia sin pensar en ella: un gran error con fatales consecuencias, porque lejos de atraer, lo que vas a conseguir es ahuyentar a tus posibles clientes. Y eso, sin duda, no es rentable.

Por ello, y porque es mucho lo que te estás jugando, hoy queremos darte pautas para que logres adaptar tu mensaje a tu público y acertar al máximo en tus textos en la red. Vamos a ello.

Claves para adecuar tu mensaje a tu audiencia en la red

De sobra sabes que en la era digital, la comunicación es más importante que nunca. Y en el mundo de Internet, adaptar tus textos a tu audiencia es clave para el éxito de cualquier proyecto o negocio. Por ello:

  1. En primer lugar, párate a pensar en quién es tu destinatario. ¿A quién te diriges? ¿Cuál es tu target? ¿Qué características tiene tu cliente ideal? ¿Cómo es, qué le preocupa, qué sabe y qué no? Investiga sus intereses para, de este modo, poder ofrecerle un contenido relevante.
  2. Haz un retrato de tu público objetivo y, si te ayuda, ponle nombre y rostro. Ubica entre la gente que conoces a una persona real que reúna las características de tu cliente o lector ideal y, cuando escribas, piensa que se lo estás contando a él o ella. No puedes ni imaginarte lo eficaz que puede resultarte este sencillo truco.
  3. Ahora, detente a reflexionar cómo se expresa tu público objetivo. ¿Tiene 15 años y no sabe lo que significa la palabra «guay»? ¿Son médicos y les encanta que les hablen en su lenguaje? Descubrir cómo se expresan, qué terminología conecta con sus mentes y el modo en el que les gusta que se dirijan a ellos, te aportará claves para construir tu mensaje. Debes tener en cuenta quiénes son las personas que van a leer tus contenidos y cómo se comunican.
  4. Siguiente paso: haz una cura de humildad. Eres un/a profesional excelente, sabes mucho de lo tuyo. Tú eres la persona experta y te «duele» prescindir de los términos exactos que tú dominas porque definen a la perfección el concepto que quieres expresar. Nadie te quita tu valía, pero lo que hace grandes a las personas sabias es que son capaces de compartir su conocimiento con el resto de la humanidad. Son tan inteligentes, que saben expresar sus ideas ante un comité científico… y ante una comunidad de vecinos. Y, además, entendiendo que, en el segundo caso, no «rebajan» la calidad de su mensaje, sino que lo ensalzan, ya que son capaces de trasladar conceptos complejos de manera sencilla a la ciudadanía. Y eso es divulgar y hacer crecer a los demás: una gran capacidad que no todo el mundo posee.
  5. Tenlo siempre muy claro: la audiencia no es tonta. Puede que no tenga tu titulación, ni tu experiencia, pero en otras parcelas, seguro, te ganan. Si te están leyendo o escuchando es porque tienen deseos de saber más y eso ya les engrandece. Acuérdate de la niña del dentista. Ella quiere saber qué le pasa a sus dientes. Tan solo necesita que el dentista sea lo suficientemente inteligente y empático como para que se lo explique de modo que ella lo pueda comprender. Así que, siempre, máximo respeto a tu audiencia. Allanar el mensaje no significa tratarles de tontos.
  6. Por supuesto, antes de comenzar a escribir, define muy bien qué es lo que quieres trasladar a los demás. Piensa que, como en casi todo, menos es más, así que elige muy bien cuál es el mensaje fuerza. En la red, se suele decir aquello de «un post, un mensaje», ya que caer en querer contar demasiado, embrolla el resultado final. Por tanto, reflexiona sobre lo que quieres contar.
  7. Adapta tu lenguaje y decide si procede utilizar tecnicismos. Pongámonos en el caso de que has creado un blog en el que exponer las novedades científicas de las propiedades texturales de las emulsiones cárnicas y la eliminación de aditivos. Obviamente, quien lo vaya a leer, es alguien con interés y conocimiento en la materia. Alguien que espera que se le hable de tú a tú y con un lenguaje científico, técnico y riguroso. En cambio, imaginemos que eres un experto en neurociencia y quieres ayudar a la población a entender el cerebro humano. Tu blog, content hub o tus contenidos en redes, no pueden ser técnicos. Necesitan ser sencillos, atractivos, directos, claros y sin palabras complejas que puedan dificultar la comprensión del mensaje. Así que, adapta tu lenguaje a tu público.
  8. Sea cual sea el nivel de tus textos, escribe de forma clara y ordenada, enlazando una idea con la otra y construyendo un relato. Adaptar tu forma de expresarte a tu público y escribir de manera que sea fácil de entender para tu audiencia, mejorará la legibilidad de tus contenidos y conseguirá el objetivo de que lean todo lo que has escrito y que se involucren más con tu contenido. Y si te leen y conectan… siempre habrá más posibilidades de que pasen a la acción y hagan lo que tú quieres que hagan, como puede ser comprar tus productos o contratar tus servicios.
  9. Siempre que puedas, construye textos breves y concisos: el tiempo de atención de los usuarios es limitado, por lo que es recomendable utilizar frases cortas y párrafos separados para que sea más fácil de leer. Eso sí, si tu fuerte es desarrollar posts muy completos y necesitas espacio, no dudes en hacer artículos más largos, pero siempre constrúyelos aportando información. El objetivo no es enrollarse y llenar una pantalla en blanco, sino ofrecer información valiosa. Así que, si necesitas que tu post sea largo, que lo sea, pero siempre que merezca la pena.
  10. Si has optado por allanar tu mensaje, apóyate en ejemplos, casos prácticos, metáforas y comparaciones. Si deseas explicar cómo funciona el corazón, puedes compararlo con el motor de un coche. O si quieres mostrar de una forma más clara cuál es la extensión de Holanda, puedes decir que es similar a la de Aragón, por supuesto, siempre y cuando tu público sea español y el concepto de «Aragón» les diga algo… Es decir, siempre debes utilizar ejemplos o metáforas que signifiquen algo a tu audiencia, que les resulten cercanas. No olvides que las metáforas y comparaciones son herramientas fantásticas para acercar conceptos, siempre que sean buenas y acertadas.
  11. Busca la fuerza de lo visual. Para quienes nos dedicamos a escribir, nos cuesta darle validez a la manida frase de «una imagen vale más que mil palabras» pero, sin entrar en competiciones inútiles, el apoyarte en imágenes o vídeos para reforzar e ilustrar mensajes es una fórmula absolutamente eficaz y valiosa. Si lo puedes expresar con una imagen, hazlo. Ya le dotarás de más contenido con tu texto, pero muestra lo que quieras con la imagen y aporta más matices con tus palabras.
  12. Adapta el tono de voz. El tono de voz que utilices en tus textos dependerá del tipo de audiencia a la que te dirijas. Si tu público es joven, puedes utilizar un tono más informal y cercano. Si tu público es más serio o profesional, puede ser preciso emplear un tono más formal y respetuoso. O no, depende de cómo sea tu marca. Por ello, elige el «tú», el «vosotros» o el «usted». Decide si tu lenguaje será inclusivo o no y en qué medida. Piensa cómo quieres que sea tu relación con quien te lee y crea el clima que desees.
  13. Y, por último, pero no menos importante, personaliza al máximo: intenta que quien lea tus textos, sienta que le estás hablando a él o ella. Si logras que se vean identificados, que realmente sientan que ese texto ha sido creado para ellos, que casi les estás leyendo la mente… conectarás con tu audiencia. Y cuando hay sintonía, todo lo que esté por llegar solo puede ser bueno.

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Por esto y por mucho más, adapta siempre tus textos a tu audiencia

El objetivo es comunicarse, ¿verdad? Pues, si quieres conectar con tu audiencia, mejorar la legibilidad de tus contenidos y aumentar la efectividad de tus mensajes, no olvides nunca tener en cuenta quiénes son tus lectores y cómo se comunican.

¡Adapta tus textos y verás cómo mejora la respuesta de tu audiencia! Tienes mucho que ganar, nada que perder.

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