Muchos expertos apuntan a que el inicio del comercio electrónico tiene como origen la venta por catálogo que se inició a principios del siglo XX en Estados Unidos. Pero no fue hasta años más tarde, con el desarrollo tecnológico y la globalización de Internet, que el comercio online empezó a desarrollarse como tal.
Poco a poco, el uso de Internet con fines comerciales fue expandiéndose a nivel mundial. No fue hasta 1991, cuando la Fundación Nacional de la Ciencia permitió tal uso. Con ello, en los siguientes años fueron apareciendo empresas como Amazon, Google o Paypal, empresas que, actualmente, generan millones de beneficios gracias a Internet.
Pero no fue hasta el siglo XXI cuando el uso de Internet se expandió a todas las casas y dispositivos, con lo que el auge de empresas que quisieron expandirse al mundo online aumentó.
Los primeros años de siglo se caracterizan por la distribución de dispositivos a nivel usuario (móviles, ordenadores o tablets), la oferta de red de Internet para casas o dispositivos únicos y la globalización e internacionalización de las empresas. Con todo ello, las compras online fueron aumentando.
Estados Unidos fue el país pionero en estas actividades. En España, por ejemplo, destacaron algunas empresas como El Corte Inglés o Inditex, que apostaron por vender sus productos a través de sus propios comercios electrónicos en el año 2000.
De startup online a empresas multimillonarias
Poco a poco empezó a aumentar el número de empresas que apostaban por diversificar sus medios de venta: online y offline. E incluso startups que iniciaron como único modelo de negocio la venta online. Algunas de ellas, gracias a estrategias efectivas, como fue Hawkers, pasaron de ser simples proyectos a startups y, más tarde, empresas con volúmenes muy altos de negocio.
Así, las empresas empezaron a percatarse del alcance de los negocios online y la capacidad de volumen de negocio que podían generar.
Durante los últimos años, el volumen de transacciones comerciales a través del comercio electrónico no ha dejado de crecer. En 2015, según datos extraídos del Informe Anual de la Sociedad en red del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (ONTI), el volumen de negocio online superó los 20.000 millones de euros.
Además, el número de usuarios ciberconectados supera el 50% de la población total, con lo que el alcance es cada vez mayor.
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¿Cómo compran los usuarios?
En los inicios del comercio electrónico, las compras online se caracterizaban por realizarse a través del ordenador con mayor frecuencia, frente al móvil u otros dispositivos. Pero también, una de las técnicas más utilizadas por los consumidores era ver los productos a través de la tienda online para después comprarlos en tienda.
Actualmente, las compras multidispositivo han aumentado y el móvil es el preferido por los consumidores. Esto se debe a que es un producto que llevamos siempre con nosotros, que nos acompaña día a día y que nos salva de los momentos aburridos, ratos en los que se puede acceder a un comercio electrónico para comprar.
Además, los métodos de compra han cambiado; existen varias razones por las que los usuarios confían más en las compras online:
- Medios de pago más seguros y consumidores más familiarizados con el conocimiento de la protección de datos
- Más medios de contacto con la empresa: click to call o mediante teléfono de call center de la empresa.
- Opiniones de otros usuarios en los propios productos que nos permite conocer sus experiencias
Así, muchos expertos consideran que las tiendas físicas servirán de catálogo para los usuarios, mientras que decidirán esperarse o comprar vía online en el momento o cuando lleguen a casa.
¿Qué le depara al ecommerce en el futuro?
El futuro del ecommerce queda marcado por los avances tecnológicos que se están produciendo en la actualidad:
- La automatización de los procesos en las compras eCommerce (ya conocido como aCommerce), ya no solo se limitará a la compra de productos o servicios accediendo a la tienda online y buscando y seleccionando aquello que se quiere comprar. La automatización permitirá que estos procesos sean más mucho más sencillos.
Por ejemplo, si nos percatamos de que el azúcar de la cocina se nos está terminando, podremos solicitar la compra o programarla sin necesidad de hacer todo el proceso de compra. Además, gracias a las grandes bases de datos, las empresas podrán predecir y programar las compras de manera automática en función de nuestros hábitos de consumo.
- El desarrollo del Machine Learning y la Inteligencia Artificial también son puntos clave para el futuro de eCommerce. Estas tecnologías permitirán enfocar las compras, las ofertas e incluso las propias páginas ecommerce a cada cliente/usuario de la web en función de sus necesidades, hábitos y gustos. Todo ello gracias a la cantidad de información personal que ofrecemos a través de Internet y que puede recogerse y analizarse mediante Big Data.
- La Realidad Aumentada será otro de los factores que apunte al cambio en las tiendas virtuales. Aunque ya algunas empresas lo han implementado, como es Ikea con su nueva app que permite ver cómo quedan sus productos en cualquier casa, es un sector al que todavía le queda un largo recorrido que recorrer en términos de eCommerce.
Seguramente, en un futuro, las tiendas textiles permitan saber cómo te queda la ropa sin necesidad de probarla en la tienda, e incluso saber cómo huele un perfume.
El futuro del ecommerce será maravilloso, tanto para el aumento de los beneficios de las empresas, el desarrollo de nuevas tecnologías y las facilidades de compra para los usuarios. Además, tal y como ha sucedido hasta ahora, las compras online seguirán en continuo crecimiento.
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