Una de las mayores ventajas del marketing digital respecto a la publicidad tradicional es, entre otras muchas cosas, que se puede medir y monitorizar de una manera rápida y sencilla, algo que nos permite ser capaces de mejorar la efectividad de cualquier campaña a tiempo real.
Hay muchas formas de medir cualquier acción de marketing online, web corporativa o incluso una tienda online: seguramente que la captación de información a través de las cookies sea la más conocida de todas. Pero las cookies no son la única fuente de información para conocer el comportamiento de los usuarios, y en este post te lo vamos a mostrar. Hablaremos de los Tracking Pixel o píxeles de seguimiento.
¿Qué son los Píxeles de Seguimiento o Tracking Pixels?
El pixel de seguimiento, o tracking pixel en inglés, es una imagen muy pequeña, que se inserta dentro del código fuente de un sitio web o correo electrónico y cuyo objetivo es medir una actividad concreta, como la cantidad de visitas o acciones que se realizan en un sitio web. Esta imagen es del tamaño de un pixel (1×1, base por altura), de ahí su nombre, y suele estar en formato GIF (Graphics Interchange Format), además de ser invisible para el usuario.
Dicho de otra forma, funcionan de tal manera que cada vez que un usuario abre una página web o realiza una acción, como una compra o un simple click en cualquier apartado de la página, el código fuente permite rastrear e identificar la dirección IP del dispositivo, saber qué software y qué sistema operativo utiliza el usuario e incluso la ubicación, fecha y hora exacta de la conexión, así como el tiempo que el usuario permanece en la página web.
El tracking pixel puede insertarse también dentro de los correos electrónicos, algo que nos devuelve una valiosa información, como saber cuándo y dónde se ha abierto ese email, si se ha hecho click en el anuncio o contenido que se envía en el propio email, etc.
Por todo ello, podemos decir que estos píxeles son la materia prima para las herramientas de análisis, como Google Analytics, y una gran herramienta para los departamentos de marketing de las empresas de gran consumo.
¿Cuáles son sus implicaciones legales?
La información obtenida por estos mencionados píxeles permite a las marcas y empresas construir un mejor contenido digital para el usuario, lo que se traduce en una mejor experiencia de compra. No obstante, también es cierto que de esta manera se obtienen datos personales, algo que de acuerdo a la normativa europea en materia de protección de datos requiere el consentimiento expreso del titular de los mismos.
El hecho de recoger y transferir datos personales sin el consentimiento directo del usuario puede suponer una violación de los derechos sobre la privacidad de los mismos. Por tanto, vamos a analizar las precauciones que se deben de tomar para el uso del pixel a través del correo electrónico y las páginas web.
¿Qué dice la Agencia Española de Protección de Datos?
La Agencia Española de Protección de Datos se pronunció sobre el uso del pixel mediante el envío de correos electrónicos en el informe 0011/2014, donde planteaba si en caso de utilizarse un sistema de implementación de un pixel en los correos electrónicos remitidos para el envío de comunicaciones, el consentimiento del usuario habría que obtenerlo mediante un email con un hipervínculo hacia la política de cookies o por lo contrario, si junto al correo debía remitirse un hipervínculo con un formulario de aceptación expresa mediante un sistema de opt-in.
La Agencia explicaba también que el uso del pixel encuadra con lo establecido en el artículo 22.2 de la Ley 34/2002 de los servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico, donde se expone que “los prestadores de servicios pueden utilizar dispositivos de recuperación y almacenamiento de datos en equipos terminales de los destinatarios, a condición de que previamente se haya prestado su consentimiento después de haber facilitado información sobre su utilización y los fines del tratamiento de los datos”.
Como podemos ver, la Agencia está equiparando el uso del pixel con las famosas cookies. Esta equiparación nos puede llevar a pensar que el uso del pixel en la página web también deberá tener el mismo tratamiento que el uso de las cookies, por lo que se recomienda que en caso de utilizar este sistema, se informe al usuario de la misma que viene ejecutando con las cookies, es decir, qué es un pixel, qué tipos se utilizan y cuál es su finalidad, así como indicar de qué manera poder deshabilitarlos.
Por otro lado, la Agencia manifestó su apoyo al sistema opt-in para obtener el consentimiento del usuario. Es decir, se mostró a favor de poner a disposición del usuario un formulario de aceptación expresa para el uso del pixel, y no bastará con remitir al usuario a la política de cookies. Además, matizaron también que el consentimiento debe obtenerse antes de instalar la cookie o recoger información almacenada en el equipo terminal.
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