Y tú, ¿cómo te digitalizas? – Parte I

¿De qué estamos hablando cuando nos referimos a que vivimos un cambio de modelo? ¿Qué significa que esto ya no es una crisis? ¿Qué quiere decir que lo que está ocurriendo ha venido para quedarse? ¿Qué es eso de #yyaNadaEsIgual?

Éstas y otras preguntas despiertan mi interés por profundizar en las respuestas, y en esa tarea de buscar respuestas, hace unos días, me encontré con un artículo en la edición digital de la revista Harvard Business Review que por su carga de profundidad, y por apetecerme también completarlo, me he tomado la libertad de hacer una traducción, no literal, y con ciertas licencias de autor, y que a continuación comparto (por cierto, os dejo el enlace al post original).

Espero que os guste.

¿Están hablando de tu marca? ¿Durante todo el día? Desde Facebook a Twitter pasando por Instagram y Pinterest?

Bahhh. Posiblemente esas no sean las preguntas adecuadas.

Hoy en día, muchos directivos creen que un buen plan para generar interés en internet es una buena estrategia digital.

Pues no. ¿Por qué? Pues porque la cruel realidad es que la atención o el interés que puedas suscitar, en sí misma, no es tan valiosa como creemos. En realidad, no se trata, sólo, de que exista una buena o una mala atención o interés en ti (asombro frente desprecio, por ejemplo) ya que, desafortunadamente, la atención es algo caprichoso. Es demasiado fugaz como para construir un modelo de negocio sobre ella. Mucho menos vas a construir un negocio o una empresa.

Empresas y directivos, obedientes alumnos del marketing actual, nos preguntamos de manera obsesiva: "¿Cómo podemos conseguir que nuestros clientes nos sean fieles?" Mientras, seamos sinceros, estamos ocupados conspirando para traicionarlos a cada paso que damos: Ocultando precios, letras pequeñas en los contratos, etc. ¿Por qué darles queso cuando se puede vender "un producto similar al queso"?

En la mayoría de las ocasiones, la evolución a "digital" de los modelos de negocio tradicionales pecan del mismo problema. Son igualmente pícaros: ¡Haz los términos y condiciones imposibles de entender! ¿Para qué dedicar tiempo en conocer a nuestros clientes? ¡Si lo importante es que hablen de nosotros! ¡De nuestra empresa! ¡Que utilicen nuestro magnífico hashtag!.

En realidad, la pregunta - la que debería ser importante para directivos y empresas - no debería ser "¿Cómo podemos obligar, seducir o engatusar a nuestros clientes para que nos sean fieles?", sino que debería ser: "¿Cómo de fieles somos nosotros hacia nuestros clientes? ¿Realmente nos preocupamos por ellos? No sólo como "target" o "fans" o "seguidores". Sino como personas. Como seres humanos.

Si deseas importar a la gente, debes hacer algo más que pretender ganarte su voluble y fugaz atención. Debes ayudarles a convertirse en las personas que estaban destinadas a ser. Cuando lo hagas, tal vez, y sólo tal vez, te recompensarán con algo mayor que su débil, y a regañadientes, atención. Obtendrás su respeto duradero, su confianza perdurable. Su eterna gratitud estará entonces a tu alcance.