Los vídeos, una poderosa herramienta para que tu audiencia te recuerde

El vídeo, formato rey para conseguir engagement

Piensa en las veces en las que, buscando un contenido concreto, un vídeo llama tu atención y decides darle un like. Y no solo eso, te gusta tanto que, incluso, lo guardas entre tus temáticas favoritas y hasta comienzas a seguir esa cuenta o te apuntas a su newsletter para enterarte de más. Ya sea una receta, un reels divertido, una técnica para colocarte un complemento a la hora de vestir o tips sobre cómo organizar mejor tus trabajos, el universo de información online es infinito.

Lo que aquí ha ocurrido se llama engagement, y es básico y esencial que sepas integrarlo en tu estrategia de marketing o comunicación, si quieres que tu audiencia te recuerde entre la cantidad de mensajes, estímulos y “ruido” general al que nos sometemos cada vez que abrimos una red social o consultamos temas de nuestro interés.

Y, ¿qué es eso del engagement? Tan sencillo como el nivel de compromiso de consumidores y usuarios con una marca y que va más allá de la simple compra de sus productos y servicios. De esta manera, se genera una confianza e identificación con sus valores y da lugar a experiencias de compra cargadas de sensibilidad.

En definitiva, el vídeo es el formato estrella y, por eso, hoy en nuestro blog vamos a darte una serie de recomendaciones para que le saques todo el partido y generes contenidos atractivos, amenos e interesantes.

Empezaremos por definir algunas de las ventajas que explican la eficacia de recurrir a las imágenes para enganchar a nuestros clientes y audiencia:

Es más atractivo

Un contenido visualmente sugerente es capaz de mantener la atención del espectador durante más tiempo que el texto o las imágenes estáticas. Y es que, algunos estudios aseguran que somos impactados por una media de 5.000 mensajes al día. Casi nada…

Comunica de manera más efectiva la información

El video es un recurso perfecto cuando se trata de transmitir información compleja o abstracta de manera fácilmente comprensible. Permite mostrar ejemplos, animaciones y explicaciones visuales que apoyan los datos aportados.

Genera mayor interacción

Los videos pueden ser compartidos, comentados y valorados, lo que puede ayudar a aumentar la viralidad del contenido y a involucrar a la audiencia con este.

Deja una impresión más duradera

Ni qué decir tiene que, si sustentas tu discurso con una buena narrativa, apoyándote si es necesario en una música atractiva y, cuando lo permita la ocasión, en un storytelling sugerente, las posibilidades de ser recordado y compartido se multiplican.

“Es clave tener en cuenta la necesidad de crear contenidos útiles y relevantes, además de la importancia de contar una historia con un hilo argumental bien planteado y que enganche a tu audiencia” 

¿Vídeo siempre y en todo lugar?

Lógicamente y, pese a la proliferación de vídeos en el entorno digital, no debes perder de vista que lo más importante es que tu estrategia de comunicación tenga una lógica y un sentido de utilidad. Así, habrá ocasiones en las que el indudable poder del contenido audiovisual jugará a tu favor, como es el caso de que la naturaleza de la actividad que desempeñas cuente con un amplio catálogo de producto, por ejemplo, y apoyarte en el vídeo sea una herramienta de gran utilidad para mostrarlo. Sin embargo, habrá otras ocasiones en las que debas pensarte dos veces lanzarte a preparar un vídeo.

¿Cuándo no es recomendable utilizar el vídeo en tu estrategia digital?

• Cuando el vídeo no aporte valor al mensaje a transmitir. Ya hemos hablado de que, en casos en que la información a comunicar es compleja o abstracta, apoyarte en material audiovisual puede hacer ganar enteros a la eficacia de tu mensaje en la audiencia. Sin embargo, en casos en que, por la propia sencillez de la idea o temática, la realización de un vídeo no vaya a aportar nada nuevo, es mejor obviarlo.
• Cuando tu buyer persona o público objetivo no consuma vídeo o no utiliza las plataformas digitales donde se ubica este. En esos casos, es posible que sea más efectivo utilizar formatos de contenido más rápidos y fáciles de producir, como imágenes o texto.
• Cuando el creador de contenido no esté a gusto frente a la cámara. Si hablamos de videoblog, los pilares que deben mover a la creación de este tipo de contenidos han de basarse en la comunicación personal y auténtica de quien los crea, por lo que, si presientes que careces de la destreza y soltura que ello conlleva, recurre a otra forma de presentar lo que ofreces.
• Cuando el presupuesto es limitado. Si cuentas con unos medios reducidos para desarrollar tu campaña de comunicación y tienes la pretensión de hacer un despliegue considerable de medios, ten en cuenta que la producción y edición necesarias para crear un vídeo de alta calidad, tiene su coste. Por eso, piénsatelo muy bien antes de embarcarte en un proyecto que no vas a poder desarrollar en todo su esplendor y opta por un vídeo más sencillo o un formato menos costoso.

En contrapartida, habrá situaciones en las que apoyarte en el vídeo marketing sea un acierto:

• Tutoriales rápidos: especialmente indicados para marcas de maquillaje, mundo textil o si se trata de vender tecnología por ejemplo.
• Retos virales o social challenges: técnica en la que se insta al público a llevar a cabo una tarea aparentemente difícil o costosa. En los últimos años se ha utilizado para hacerse eco de causas sociales, o bien desde la propia iniciativa de personajes públicos o en el caso de cantantes, que generan así una mayor notoriedad alrededor de sus canciones y de paso entretienen a la audiencia.
• Detrás de escena: otro de los formatos estrella dentro de los vídeos en redes sociales, consiste en crear vídeos cortos que muestran el proceso de creación de un producto, desde la idea inicial hasta el producto final, generando así interés y conexión con una marca.

Algunos consejos finales

No olvides que es clave tener en cuenta en todo momento la necesidad de crear contenidos útiles y relevantes para tu audiencia, además de la importancia de contar una historia, que no tiene por qué ser complicada, pero sí donde haya un hilo argumental bien planteado y que enganche a tu audiencia.

Acuérdate también de que tu vídeo tenga una buena calidad de imagen y sonido, la duración adecuada y, en la medida de lo posible, que incluya llamadas a la acción.